Lo primero que se echa mano al plato después de servir las tortitas frescas es el sirope de arce. No es de extrañar, porque el espeso sirope es maravillosamente dulce y sabroso. Su sabor ligeramente amaderado recuerda al bosque. Al mismo tiempo, el líquido hervido al fuego de leña tiene un sabor a caramelo de nuez. Por cierto, cuanto más claro es el color, más suave es su sabor, y cuanto más oscuro, más fuerte.
Producción del sirope de arce
La fuente del sirope de arce es el árbol que le da nombre. El arce azucarero crece principalmente en el este de Norteamérica y Canadá. Debe tener al menos 40 años antes de poder ser aprovechado por primera vez. Además, el sirope de arce sólo puede extraerse en primavera, ya que el almidón almacenado en los árboles se convierte en azúcar durante el deshielo.
Para taladrar el árbol, se hace un agujero en la corteza en el que se inserta un grifo. A través de él, gotea un líquido claro en un recipiente colector: la savia del arce azucarero. Por regla general, no deben drenarse más de 40 litros por árbol para garantizar el éxito de la cosecha en los años siguientes. La savia recogida debe llevarse a una "azucarera" en un plazo de 24 horas y procesarse allí. Si pasa demasiado tiempo, el zumo podría empezar a fermentar. En la azucarera, el líquido se hierve al fuego hasta que se forma una masa espesa y oscura: el sirope. Por cierto: con 40 litros de savia se obtiene aproximadamente un litro de sirope. Aquí encontrará más información sobre el sirope de arce.
KoRo ofrece el sirope de arce ecológico de grado A de color ámbar procedente de Canadá en una práctica botella de 1 litro. Una vez abierto, el sirope de arce debe conservarse en el frigorífico para maximizar su vida útil. Por cierto, tenemos una variante especialmente inusual para los verdaderos aficionados al arce: nuestra crema de arce ecológica. No sólo sabe muy bien en el té, con gofres o en repostería, sino que también resulta deliciosa para untar.
Adobo de sirope de arce
El sirope de arce va muy bien en adobos, por ejemplo para aves, salmón, tofu o filete de seitán. Basta con mezclar 6 cucharadas de sirope de arce, 1 cucharada de mostaza medio picante, 2 cucharadas de zumo de limón fresco, 2 cucharadas de salsa de soja, 2 dientes de ajo prensados y 5 cucharadas de aceite de oliva para hacer un adobo y sazonar con sal y pimienta.
Sirope de arce en el té
Un sorbo de sirope de arce en el té aporta a la bebida caliente un agradable dulzor. En verano, el sirope también funciona bien en el té helado casero: simplemente prepare un té de su elección, déjelo enfriar, métalo en la nevera durante unas horas y sírvalo con cubitos de hielo, limón fresco y un chorrito de sirope de arce.
Hornear con sirope de arce
El sirope de arce puede utilizarse de maravilla en repostería, pero hay que tener en cuenta que es más dulce que el azúcar. Se recomienda sustituir 1 cucharada de azúcar por 3/4 de cucharada de sirope de arce. Como ambos edulcorantes tienen una consistencia muy diferente, deberá reducir otros líquidos de la receta para evitar que la masa quede demasiado líquida. Debido a su sabor inherente, armoniza especialmente bien con recetas que tengan un sabor ligeramente ácido o que puedan tolerar una nota de caramelo con sabor a nuez.
Sirope de arce para aliñar ensaladas
El sirope de arce añade un poco de dulzor y un sabor especial a su aliño. ¡Pruébelo! Mezcle bien 3 cucharadas de aceite de oliva, 3 cucharadas de sirope de arce, 2 cucharadas de zumo de limón, 1 cucharadita de ralladura de limón y un poco de sal y pimienta, y viértalo sobre la ensalada... ¡listo!
Verduras al horno con sirope de arce
Las verduras al horno con boniatos, calabaza, zanahorias -y básicamente cualquier otra cosa que encuentres en el cajón de las verduras- son rápidas y siempre sabrosas. ¿Qué te parece hornearlas esta vez no sólo con aceite de oliva, sino también con un poco de sirope de arce? Para ello, mezcla las verduras peladas y troceadas en un bol con sal, pimienta, un poco de aceite de oliva y sirope de arce y, a continuación, hornéalas a unos 180 °C hasta que se doren hasta alcanzar el color deseado. Su sabor es delicioso y queda maravillosamente crujiente.
¡Diviértete probándolo y degustándolo!